En la noche de este viernes, el actor, Sócrates Serrano estremeció al país al publicar con un desgarrador mensaje, la muerte de su hermana a causa del COVID-19.
Serrano le dedicó tres post en su cuenta de Instagram a su hermana Serge, quien perdió la vida a causa del coronavirus.
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Recordó a todos en un profundo mensaje lo importante que era su hermana y todo lo que hizo por ella cuando su padre murió.
“Se nos fue hace pocos días. Se me fue mi cómplice perfecta, mi compañera de juegos, mi hermana mayormenor, mi amiga y confidente, mi Serge. De repente, así en cuestión de días, me arrebataron a un amor que es la base de todos mis amores, un pedazo de mi hogar, de mi infancia, mis recuerdos, mis risas, mi maestra para hacer amigos, mi hermana del alma”, escribió el actor.
Serrano pidió a sus seguidores ayudarlo a encontrar la fuerza en este duro momento al perder a una de sus personas más importantes en la vida.
Sócrates también escribió una columna para Globo Miami en la que reveló los detalles del contagio de su hermana y de cómo fue el camino.
En el texto resaltó las contrariedades de la enfermedad, de cómo se llevó a una persona que no tenía patologías anteriores y que cumplió con todos los cuidados necesarios para superar la enfermedad.
Serrano también resaltó lo paradójico de que haya sido precisamente su hermana la que abandonó este plano terrenal, cuando se cuidaba tanto y las posibilidades de contagio se reducen a solo tres escenarios.
Era precavida, casi obsesiva en la manera de cuidarse y proteger a los suyos. Siempre estaba alerta y a veces era casi desagradable su insistencia en las medidas de cuidado y protección, que nos sabemos de memoria.
En una visita corta, en una casa de amigos que también tomaban precauciones extremas probablemente contrajo el virus. Quizá en el automercado o en una farmacia. Después de analizarlo mucho las posibilidades se reducen a esos tres escenarios.
Veo gente en diferentes espacios públicos o casas particulares, celebrando, reuniéndose, aglomerándose, tocándose, descuidándose, con muy poca conciencia de la posibilidad de contagio.
Entiendo que todos necesitamos trabajar y mantenernos ocupados no solo por nuestro bienestar económico sino también psicológico, pero me ocupa y alarma principalmente la poca conciencia de lo susceptible que somos en esta pandemia, de lo mortal que resulta el virus incluso en los casos menos “tipificados”.
Han fallecido más de 2.4 millones de personas en el mundo, lo que equivale a la población de una ciudad mediana de cualquier país, y seguimos pensando “eso no me puede pasar a mí”.
Nada reemplaza a mi hermana. Su ausencia es muy grande para mí, para su esposo y sus hijos. Un momento de descuido puede representar en cuestión de días un profundo y contundente vacío.
Por Sócrates Serrano
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